Instrucciones:
Calienta la leche: En una olla grande, calienta la leche a fuego medio hasta que alcance unos 85°C (185°F). Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.
Añade el ácido: Cuando la leche esté caliente, añade el vinagre o jugo de limón y mezcla suavemente. La leche comenzará a cuajar. Deja reposar entre 5-10 minutos.
Escurre el queso: Coloca un colador sobre un recipiente y cúbrelo con una tela de queso o un paño limpio. Vierte la mezcla cuajada y deja escurrir 15-20 minutos según la consistencia que prefieras.
Sazona y guarda: Añade sal al gusto si lo deseas y mezcla bien. Refrigera en un recipiente hermético. Después de unas horas, ¡el queso fresco estará listo!
